El Atlético se hunde en la miseria
Un gol de Messias Júnior le da al Milan una victoria merecida que coloca colista a los rojiblancos
Sólo queda ganar en Oporto y esperar un resultado positivo del Liverpool en San Siro
Horrible partido rojiblanco, superados en todo momento
Así queda el grupo del Atlético en la Champions League tras la derrota ante el Milan
Atlético de Madrid – Milan: resultado, resumen y goles del partido de Champions League
El resultado es tan justo e inapelable que ni siquiera el más fanático puede discutirlo. El Milan dejó contra las cuerdas al Atlético, que pasa a ser colista de grupo y depende de un milagro no sólo para llegar a octavos de final de la Champions, sino incluso para seguir vivo en Europa. El equipo jugó un partido horrible pese a la proliferación de jugadores de ataque. Al final Pioli le ganó la partida a Simeone.
La noche del Metropolitano fue tan intensa como desacertada. Pese a que el equipo se plantó en el campo con todo su repertorio de ataque, lo cierto es que su balance ante la portería adversaria fue decepcionante y tampoco pudo tirar de su buen rendimiento defensivo para conservar un empate a cero que valía su peso en oro. El gol de Messias Júnior en el minuto 86 dejó en silencio a todo el estadio y repartió papeletas de triunfo en toda Italia. El Milan llegó al partido desahuciado y quizás dentro de dos semanas sea el gran triunfador.
A los cinco minutos ya se dejó ver el Milan. Brahim tomó el balón, tiró varias fintas y consiguió el espacio necesario para soltar la pierna desde fuera del área, pero su disparo raso no tuvo ni fuerza ni colocación. El remate no llegó a ninguna parte, pero las consecuencias de esa llegada sí fueron notables porque los italianos percibieron la posibilidad de llevar al Atlético a su terreno.
Durante un buen rato el partido se jugó en la parcela española. Tonali se hizo omnipresente en medio campo y la presión en bloque alto ordenada por Pioli desconcertó a los rojiblancos, que se quedaron sin respuesta y se refugiaron en terreno amigo hasta que les llegara la oportunidad de devolver el golpe. 18 minutos tardaron. Carrasco aguantó lo necesario para abrir a De Paul, cuyo disparo desde fuera del área se fue alto.
La aparición del argentino pareció ser el inicio de la respuesta atlética, pero nada más lejos de la realidad. El Milan no sólo no se descompuso, sino que en ningún momento permitió que su enemigo asomara la cabeza. Brahim fue indetectable en la media punta, Theo se sobrepuso a los silbidos, Kalulu viajó por la derecha a la velocidad de la luz y arriba Giroud tiró de repertorio canchero para desestabilizar a la defensa rojiblanca. Resulta imposible no comparar la permisibilidad del árbitro hacia el francés con las expulsiones que ha sufrido este año el equipo en la Champions.
Mientras, en el otro bando apenas había brotes verdes. Hermoso entregó un balón tras otro al contrario, Griezmann no se dejó ver, Suárez no pudo con los centrales y sólo quedaron para la esperanza las fintas de Carrasco, a todas luces insuficientes. Cuando el partido se fue al descanso había pocos motivos para que Simeone se sintiera satisfecho. La noche no pintaba bien.
La segunda parte comenzó sin cambios y con dos disparos que hicieron calentar a los porteros, pero no tardó en hacerse evidente que se había producido una transformación en el Atlético. Conocedor del empate a cero en Anfield, el equipo se decidió a quemar las naves y a ir a buscar al Liverpool. Por primera vez en toda la noche apareció Griezmann, por primera vez el Milan tuvo que recular. Algo había cambiado. En Madrid y en Liverpool, donde Thiago Alcántara adelantó a los de Klopp.
El 1-0 en Inglaterra dibujó un escenario muy diferente porque desde ese momento daba exactamente igual ganar al Milan o empatar el partido, pero lo que desde luego estaba prohibido era perderlo. Tocaba aparcar el corazón y hacerle caso a la razón y en esas Simeone consideró que había llegado el momento de tocar el equipo. Lodi y Correa pisaron el campo casi al mismo tiempo que Pioli planteaba un cambio múltiple porque, por supuesto, el panorama era exactamente inverso para los italianos. O sumar los tres puntos o a la calle.
Tuvo el gol el Milan a los 71 minutos en un remate en el área de Leao que Savic sacó lanzándose al suelo a la desesperada, y esa fue la señal que acabó convenciendo al Cholo de que era innecesario correr riesgos. El argentino intentó proteger el resultado con Kondogbia, pero no fue suficiente. A los 86 minutos Messias Júnior se encontró con un balón maravilloso que sólo tuvo que desviar con la cabeza al fondo de la red. El 0-1. La peor noticia para un Atlético decepcionante.